Es esa época del año otra vez: el verano aún no ha terminado, pero es hora de que los niños obtengan sus útiles escolares y preparen sus mentes para el aprendizaje en el aula. Muchos niños en edad escolar luchan por mantener la atención durante el día escolar, organizar sus cuerpos y mentes y hacer la transición sin problemas para una amplia variedad de desafíos sociales y académicos.

Como terapeutas ocupacionales, tenemos la tarea de evaluar las necesidades sensoriales de los niños con los que trabajamos y brindar el apoyo sensorial adecuado a los cuidadores para ayudar a los niños a manejar las demandas de las tareas y los entornos diarios. Encontrar estrategias sensoriales para la escuela puede ser un desafío único: ¿Cuánto tiempo pueden asignar los maestros para apoyar las necesidades sensoriales de cada estudiante? ¿Puede un estudiante usar una estrategia sin que sea una distracción para sí mismo o para los demás? (piense en los hilanderos inquietos)

Los terapeutas ocupacionales son expertos en navegar estos desafíos y comunicarse con los cuidadores y maestros. Aquí hay algunos ejemplos de algunas de las herramientas sensoriales más populares (y efectivas) en el aula:

Agitación nerviosa:

Los fidgets son una de las herramientas más comunes, pero también una de las más difíciles de seleccionar adecuadamente. Un fidget es algo que se puede manipular con la mano mientras se enfoca la atención en otra cosa. Casi cualquier cosa que quepa en la palma de tu mano puede ser inquietante. Los hay elegantes que se venden en las tiendas, o muy simples, como un trozo de velcro. Siempre y cuando no sea una distracción para el niño o para otros niños, un fidget puede ser efectivo.

Apoyos orales-motores:

Los tubos para masticar y los collares son apoyos motores orales comunes, y son mucho más preferidos que masticar una manga o un lápiz. Algunos niños responden muy bien a tener algo para soplar o chupar, como una pajilla, o hacer burbujas durante un descanso.

 

 

Adaptaciones de sillas:

Muchos niños necesitan información sensorial adicional para su cuerpo mientras están sentados. Como alternativa a estrellarse contra el suelo o moverse salvajemente en su asiento, los cuales distraen bastante, hay dos opciones: una es colocar una banda elástica alrededor de la base de la silla. Esto ayuda a los niños a estirar los pies mientras están sentados. La otra opción es un “asiento móvil” o “cojín lleno de baches”: un disco inflable que puede descansar sobre la silla. Esto proporciona información sensorial adicional en la silla sin que el niño necesite mover su cuerpo drásticamente.

Pausas de movimiento:

Las oportunidades de movimiento a intervalos durante el día son importantes para cualquier niño, especialmente para los niños de jardín de infantes y menores. Las aulas deben adaptarse a los descansos de movimiento para ayudar a los niños a mejorar su desempeño en el aula. Algunos ejemplos de pausas de movimiento incluyen caminatas de animales (p. ej., “saltos de rana” y “caminatas de osos”), empujones de pared, saltos de trampolín y casi cualquier juego al aire libre.

Cambios ambientales:

Cada niño aprende de manera diferente, y algunos requieren cambios específicos en su entorno que tengan en cuenta su perfil sensorial. Algunos ejemplos incluyen horarios visuales, sentarse al frente de la clase o tener una partición en el escritorio para evitar distracciones visuales durante el trabajo.

Recuerde, un terapeuta ocupacional puede ayudar a determinar cuáles pueden ser las necesidades sensoriales de su hijo y encontrar las herramientas adecuadas para apoyar a su hijo en la escuela.

Deseando a todos un gran año escolar. Como decía mi abuela, “¡Diviértete, pero aprende algo!”

Publicación de blog escrita por: Andrew Klein, MS, OTR/L

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