En la Universidad de Indiana, los niños fueron evaluados con una máquina de resonancia magnética (nave espacial), utilizando un escáner especializado que detecta la actividad neuronal. Los niños que habían practicado la escritura a mano demostraron una mayor actividad neuronal que los que solo miraban las letras. Virginia Berninger, profesora de psicología educativa en la Universidad de Washington, explica que la escritura a mano requiere movimientos secuenciales de los dedos, lo que activa regiones masivas involucradas en el pensamiento, el lenguaje y la memoria de trabajo. Otro estudio reciente mostró que en los grados segundo, cuarto y sexto, los niños escribieron más palabras y expresaron más ideas al escribir ensayos a mano en lugar de teclear, donde se selecciona una letra completa con una pulsación de tecla.

En Emerge, trabajamos con niños de todas las edades para desarrollar habilidades motoras finas y visuales. Comenzando con los niños de prekínder, usamos el programa Handwriting Without Tears para desarrollar habilidades de escritura.