¿Su hijo lucha con un tartamudeo? ¿Se pregunta cuándo debe acudir a un profesional para obtener ayuda?

 

La tartamudez es un trastorno que afecta el flujo de avance del habla. Puede caracterizarse por repeticiones (p. ej., cc-can…, ¿por qué-por qué-por qué no?), prolongaciones (p. ej., sssssso…), o bloques, en los que el afectado intenta producir una palabra o un sonido, pero no sale nada. Según la Fundación de la Tartamudez, la tartamudez afecta a alrededor del 1% de la población mundial.

La tartamudez generalmente comienza en la niñez y puede afectar tanto a niños como a adultos. Muchos niños pasan por períodos de “falta de fluidez típica”, especialmente entre los 2 y los 4 años, o durante el tiempo en que experimentan un estallido en sus habilidades lingüísticas. Las faltas de fluidez son esas interrupciones en el flujo del habla hacia adelante, que pueden tomar la forma de repeticiones, prolongaciones o bloqueos. Dado que esto es bastante común en la primera infancia, los padres a menudo se preguntan: “¿Cómo sé si mi hijo superará esto con el crecimiento?” y “¿Cuándo debo buscar ayuda profesional?”

Aquí hay 4 factores a considerar:

1. ¿Por cuánto tiempo ha estado tartamudeando? Los niños con “faltas de fluidez típicas” pueden tener esas faltas de fluidez en el transcurso de varias semanas o un mes o dos. Si la tartamudez ha estado ocurriendo durante varios meses o más, puede ser el momento de considerar una evaluación adicional.
3. ¿Está el niño consciente o frustrado por la tartamudez? Los niños pueden notar que hay algo diferente en su forma de hablar, o que les toma más tiempo expresar lo que quieren decir. Eso está bien. Puede ayudar escuchando con paciencia sin apresurarlos ni darles pistas adicionales sobre qué hacer o cómo decir algo. Sin embargo, si el niño parece frustrado o molesto por su tartamudeo, o si deja de decir lo que estaba tratando de decir porque tartamudea o no puede expresarlo, es posible que se necesite una evaluación adicional.
2. ¿Qué tipos de disfluencias están ocurriendo? Si el niño repite una palabra o sonido una o dos veces y luego continúa con el resto de la palabra/frase (p. ej., Cc-¿puedo tomar un refrigerio?), esto puede ser más típico. Si el niño repite la palabra o el sonido varias veces o más, si estira la palabra o el sonido, se bloquea, o demuestra tensión facial o dificultad al tratar de decir la palabra o el sonido, esto puede justificar una evaluación adicional.
4. ¿Existen otros factores de riesgo? Hay varios otros factores a considerar que pueden hacer que sea menos probable que un niño deje de tartamudear. La tartamudez tiene un componente genético, por lo que si hay antecedentes familiares de tartamudez, es más probable que el niño siga tartamudeando. La tartamudez es más común en hombres que en mujeres. Los niños con problemas de articulación del habla corren un mayor riesgo de tartamudear continuamente.
 

Si uno o más de estos factores indican la necesidad de una evaluación adicional, puede comunicarse con Emerge Pediatric Therapy para obtener más información sobre nuestros servicios, complete nuestra formulario de consulta inicial ! La buena noticia es que, con un tratamiento eficaz y oportuno, la mayoría de los niños que tartamudean pueden superar su tartamudeo.

Escrito por: Kelly Goad, MA, CCC-SLP